miércoles, 27 de agosto de 2014

Trata a las mujeres como quieres que traten a tu hija #Microcuento




- Hola papá, ¡soy feliz! 

¡Qué bonita es la vida! ¡cuanta ilusión!, sonrío papá, no puedo dejar de sonreír, voy por la calle como una tonta con la sonrisa dibujada en la cara.

¿Sabes por qué papá? porque me he enamorado.

Bueno, mejor dicho, ¡él me ha enamorado! 

¡Soy feliz! es tan bonita esa sensación, papá! 

Me han enamorado sus miradas, sus silencios, sus caricias, sus detalles, su paciencia, su perseverancia para llegar a mi, su sonrisa, sus mensajes cada mañana, sus ojos limpios y llenos de ternura cuando me mira, su trato, cómo me hace sentir, cómo me habla.. 

Me siento querida, protegida, mimada, tan especial… 

NBA, me dice… y yo me muero de risa. 

Me envuelve su pasión, su admiración, su respeto … 

Me acarician sus labios cuando me besa, sus manos cuando me tocan, me pierde su cuerpo anhelando el mío….



Es tan maravilloso papá….. 


Pero ¿sabes? tengo miedo, mucho miedo , miedo de ilusionarme, miedo de que algo tan bonito se estropee, miedo de que me haga daño, me siento tan vulnerable…. 
Y se lo he dicho, le he dicho: "no me hagas daño…."
¿He hecho bien papá? 

- Qué bonito lo que me cuentas mi amor, estoy feliz de verte enamorada. Pues claro que has hecho bien, hay que abrir el corazón, decir lo que se siente, sin miedo, no es bueno esconder los sentimientos. Pero.. continúa, cuéntame.... 

- Me ha prometido que nunca lo haría y yo confío en su palabra, confío en sus ojos mirando los míos, en su voz cuando me habla. 
La luna y el mar fueron testigos de esa noche especial de verano, dónde confesamos amor, promesas, proyectos, ilusión, ganas…. 
Confío porque he sentido sus brazos envolviendo mi cuerpo, sus labios recorriendo con dulzura mi boca, sus ojos ansiando mi mirada… 

Me sigo perdiendo en ti”….… susurraba en mi oído mientras me abrazaba y yo, papá,  uffff...me desbordaba… 

Esa noche nos perdimos juntos en un mar de emociones, ¡nos amamos tanto! … ¡nos entregamos tanto! ... fuimos tan uno siendo dos…. 
Sí papá, fue hermoso, intenso, tan especial.. 

Confío papá, he apostado fuerte, porque merece la pena….. y quería contártelo. 

Quiero ser feliz a su lado, quiero entenderle, respetar sus tiempos, derrotar sus miedos, confiar en sus promesas, en sus ojos, en su corazón, en su alma.. 

- ¿Qué te parece papá? ¿Estás contento de verme feliz?
- ¡Pues claro, mi amor! ¡Sólo hay que verte la cara!


- ¡Jo! Se me va a hace eterno este tiempo de ausencia! pronto vendrá, me lo ha prometido, apenas unos días y sentiré de nuevo su mirada...




- Hola hija, mi niña, ..... pero … ¿qué te pasa? 


- Estoy triste papá, estoy temblando, me ha dicho que no está bien, no sé que le pasa...

Está extraño, distante, nervioso, raro…. hace días que hemos hablado, pero  desde entonces no se nada.. 

Me dijo que no está bien, estoy preocupada, no sé cómo sigue, este silencio me mata…. 

¿Qué hago?  ¿será un adiós, papá? 

-Tranquila mi pequeña, si él es como tú me has contado no se ha ido…. Quizás esté pasando un mal momento y necesite estar solo, pensar, colocar sus sentimientos…. 

Los hombres, cuando tenemos problemas necesitamos aislarnos, en eso somos diferentes a las mujeres, pero eso no es malo, sólo debes confiar, darle su tiempo y vendrá de nuevo a ti… Ya lo verás.

Los sentimientos no se mueren en un par de semanas, cariño, si estaban, seguirán estando.
El amor no se va y si lo hace… es que nunca había estado… 

Confía, mi pequeña, él no te hará daño.



- Papá… ayer era el día de su vuelta y no me ha llamado, ¿tendrá otro amor, papá? 

Estoy tan triste, tan decepcionada… 


- No llores cariño, no puedo verte así, dónde está tu sonrisa, tu alegría, tu optimismo, ¡esa energía con la que nos desbordas a todos! 

- Yo le quiero papá, confié en él, le dí mi corazón y me lo ha destrozado.
Abrázame por favor, estoy sangrando por dentro y no sé cómo quitarme este dolor… 
¿Qué pasó papá?, ¿por qué? No encuentro explicación, ¡no entiendo nada! 
No me creo que todo fuese mentira, un engaño.
Explícamelo, por favor, papá 
Yo le admiraba, es honesto, generoso, noble, sensible.
Es valiente papá, no es un cobarde. 

- Mi pequeña… no sé cómo consolarte 

- Lo que más me duele papá no es pensar que no me quiere, lo que más me duele…. es que no me diga nada.
Es tan difícil expresar una emoción, no es rabia, no es resentimiento, no es despecho, es sólo tristeza, tanta tristeza...
Mis ojos lloran, mi corazón y mi alma …

Papá tú me enseñaste que por encima de los sentimientos está el honor, la honestidad, la valentía y la calidad de las personas, que no se debe hacer daño, pero él .... se ha ido ........ sin ni siquiera despedirse...

Tú nunca harías eso, ¿verdad? 
Tú nunca te comportas así con una mujer que te quiere, te admira y te abre su alma… 
Y si alguna vez el amor abandonara tu corazón…. Serías valiente, ¿verdad papá? 
Te sentarías frente a ella y mirándola a los ojos le dirías lo que te ha pasado.
¿Lo harías verdad? 

Porque tú me enseñas a abordar de frente los problemas y enfrentarlos. A hablar, aún cuando no sea fácil ni bonito lo que tienes que decir, tú me enseñas que hay que hacerlo, porque la honestidad, la valentía y tu valor como persona están por encima de todo
Tú nunca lo has hecho ¿verdad, papá? ni lo harás 
Tú nunca enamorarías a una mujer si no tienes intención de amarla con toda tu alma ....

Si lo haces papá …. a mí también me habrás engañado





Abrázame, por favor, no encuentro consuelo.










Gracias papá por estar ahí siempre, por no fallarme, por quererme y por enseñarme con tu ejemplo, a ser mejor cada día.





Trata a las mujeres como quieres
 que traten a tu hija
Ver vídeo


Esther de Paz 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déja aquí tu comentario. Me encantará saber que te ha transmitido mi blog
Gracias por estar aquí!